Los logotipos y marcas son el esperanto gráfico
de un entorno globalizado donde los mercados demandan imágenes
distintivas, estéticas y funcionales; estructuradas no con una
miopía temporal y estrecha, sino con una visión internacional,
de uso factible en los diversos medios de reproducción y ad-hoc
con las posibilidades y demandas de la organización.
Es posible y
es mejor hacer diseño desde las bases, porque la más avanzada computadora
jamás podrá sustituir a un lápiz y una buena idea; al impulso de
retar lo ya visto y experimentar nuevas opciones bajo la simple
premisa de ¿y Por qué no?